De las cosas luminosas
De las cosas luminosas
tengo tan poca experiencia
que a menudo pienso en mí mismo pequeño.
Sin embargo cuando pienso en ti
y en tus caminos luminosos
mi ser se llena de esperanza y plegarias
que permitirán que las llamas crezcan.
Misericordiosamente, estamos desgarrados
en mundos separados
para poder encontrarnos una y otra vez
mil veces sufriendo por la otra mitad.
Para soñar con nada más que lo que hay entre nosotros.
No he malgastado ninguna de las cosas luminosas
las abracé con mi corazón y les pedí que se disolvieran en mí
Y así, cuando pienso en ti, sólo deseo eso.
Y si desnudas tu Ser, y observas
presta atención, me verías tan claramente como soy.
No pequeño e indigno.
Sin miedo al miedo.
No incierto como el espacio vacío
Pero sí luminoso
como la luz blanca antes del prisma.
En mis pensamientos sostengo tu corazón
que cincela incesantemente lo superfluo
para la esencia.
Y cuando lo encuentre
lo mantendré en mi corazón y le pediré
que se disuelva en mí.
Conoceré las cosas luminosas
que se arrojan a través del tiempo
trayéndonos el desconocido, insondable,
deseo, del que nunca hablamos.
Las palabras no son lo suficientemente curiosas para nombrarlas.
Sólo el amor puede llorar su identidad,
y así estoy perfectamente impotente
a su música.
